Y creia que no he visto nada [libre]

Paseaba por los confines de miru, la ciudad estaba bastante apacible y estaba muy contenta, hace poco había retomado una actividad que amaba y hasta había comprado los implementos necesarios, ahora sólo era cosa de comenzar a practicar uno de mis hobbies favoritos, la danza clásica así que no podía esperar a comenzar.

Comencé a recorrer las callejuelas del lugar sin darme mucho cuenta de si había alguien, la verdad es que la ciudad estaba tranquila pero siempre se daban caso de haber alguien extraño por algunos rincones de la ciudadela, me habían advertido en mi hogar que tuviera cuidado ya que no podía mezclarme con cualquiera, recuerdo haber respondido que yo hablaba con quien deseara y eso de las mezclas me parecía una estupidez, pero mirando diversos sitios entendía que no era ese tipo de "mezcla" a la que se referían, sino a mantenerme alejada de los peligros.

Entré en un callejón para acortar camino cuando sin darme cuenta me di un tropezón con algo, choqué directo que caí al piso haciéndome daño en la mano, solo un rasguño pero me dolió, miré a quién lo había causado y era un joven de cabello blanco grisáceo, era atractivo, cuándo me disculparía vi en su cintura una espada ¿Estaba en peligro? no se veía peligroso pero yo no iba armada y una nunca sabía, lo quedé mirando un tanto estupefacta y asustada para que no me hiciera nada, ni siquiera podía hablar ya que no entendía por qué no me salían las palabras

Contuve la respiración cuando sentí la espada en mi pecho ¿Dónde me había metido? cerré mis ojos incapaz de decir ni hacer nada y de repente no siento nada y a continuación siento que toman mi mano y agarran mi cintura para levantarme.

Abro los ojos automáticamente y me encuentro con unos ojos amarillos y una sonrisa, era un joven bastante atractivo lo que me hizo sonrojar pero contesté a continuación -No joven, no estoy perdida, sólo tomé un atajo pero no pensé encontrarme alguien en este callejón- lo miré y sonreí tímidamente avergonzada por haberlo golpeado, mal que mal fui distraída y choqué con él, cosa que jamás me había pasado.

-Lamento haberlo chocado, disculpe mi torpeza, soy Usagi mucho gusto ¿Puedo saber el nombre del joven a quién choqué- le sonreí ya más animada, las calles de a poco comenzaban con mayor movimiento pero se escuchaba lejano ya que el callejón era aislado aunque no de alta peligrosidad, era bastante útil para realizar atajos para llegar a la zona residencial donde vivía.

Miraba atenta al joven, quizá si tenía suerte me hacía otro amigo en Miru, ya que hace poco había comenzado a frecuentar lugares dónde conocía personas muy particulares, retomando de a poco la vida que llevé alguna vez antes de mi desafortunado evento de hace dos años